"¿Tranquilo, vertiginoso o cruel?"-por Belkis Cima
Son las tardes otoñales excelentes para ver, todo aquello que nos rodea y que no nos detenemos casi nunca a ver, por falta de tiempo, tal vez.
Sentada a la hora del té, gozando de su tiempo, desde una gran ventana miraba con ganas de ver.
La vereda, bordada con hojas amarillas a doradas que revolcadas por una suave brisa iban y venían.
Las nubes grises en el cielo describiendo una imperceptible sucesión de tonalidades que vienen y se van.
Los autos pasan con prisa, algunos con más, otros con menos, pero apurados al fin. Seguramente sus conductores necesitan llegar a tiempo y aprietan el acelerador, acelerándose a sí mismos en su vivir.
Más todo es utópico. ¿A qué tiempo quieren llegar? ¿Es acaso el tiempo nuestra esencia?
No se toma conciencia que la mejor manera de tener el tiempo es viviéndolo a menor velocidad, observando y disfrutando a cada paso su transcurrir porque estamos hechos de tiempo.
Este tiempo que ajeno a nosotros se nos va, no es tranquilo, es vertiginoso pero nos permite subirnos a él. Con paciencia y cierta entrega vamos en él, pues no se va a detener, sigue su trayecto permitiendo que nuestras huellas permanezcan grabadas en su pasar.
Este presente efímero poco a poco se convierte en pasado y ya el futuro es ahora. En esta sucesión unidireccional del tiempo que une pasado y porvenir nos encontramos hoy.
En ocasiones el tiempo es cruel. Te iza, te eleva con lozana juventud y un día, que ya tiene acordado, en un brusco envejecimiento te devuelve sin permiso y te deja para que lo puedas ver, desde ahí, desde una gran ventana sentada a la hora del té lo podrás ver.
Belkis Cima
Comentarios
Ya estaba extrañando tus publicaciones!!!
Linda linda tu reflexión!!!!
¡¡Muchas gracias!!!!